esa misma ciudad decidirá que las primeras necesidades que han de ser satisfechas son las de los niños y los viejos, sin informarse de los servicios que hayan prestado o presten a la sociedad; es preciso mantenerlos, cuidar a los combatientes, independientemente de la valentía o de la inteligencia demostradas por cada uno de ellos; hombres y mujeres a millares rivalizarán en abnegación por cuidar a los heridos.