Yo sé que para ti esto puede sonar exagerado, pero para mí fue la prueba fehaciente de que algo se traían entre manos. Cómo que por qué. Porque se reían todo el tiempo, por eso. La risa es el mayor indicio de compenetración. La risa nos hace cómplices, más que haber presenciado algo prohibido, más que el dinero. Porque no se puede evitar. Yo he visto gente que simula el llanto, un llanto muy sentido incluso. Pero la risa, aun la de los actores más consumados, se oye fingida siempre.