Se nos dice que Cristo fue muerto por nosotros, que Su muerte ha redimido nuestros pecados y que por el hecho de morir derrotó a la muerte misma. Esa es la fórmula. Eso es el cristianismo. Eso es lo que debe ser creído. Todas las teorías que elaboremos con respecto a cómo la muerte de Cristo logró esto son, a mi modo de ver, secundarias: meros planos o diagramas para ser abandonados si no nos ayudan, e incluso si nos ayudan, para no ser confundidos con el hecho en sí.