Mark Batterson

Pero en lugar de sentir desaliento, o de enojarme, decido que voy a esperar lo que Dios puede hacer[2].

Hace falta muchísimo discernimiento espiritual para saber cuándo creer en qué cosa.

En cierto punto, tenemos que reconocer que las circunstancias que a menudo le pedimos a Dios que cambie son justamente las que muchas veces Él está usando para cambiarnos.

Pero no es inteligente pedirle que las abra si no estamos dispuestos a permitir que Él cierre otras.

l: «Seguiré orando por tu sanidad, aunque ella no es el objetivo final. El objetivo final es la gloria de Dios».

Como padre, quiero proteger a mis hijos del dolor y el sufrimiento, aunque a veces el dolor y el sufrimiento puedan tener un efecto santificador en nuestros hijos.

De hecho, hasta puede matarte. Pero si la gloria es para Dios, entonces el objetivo se ha cumplido. Y la recompensa eterna que recibimos hará que bien valgan la pena los sacrificios que hagamos.

La voluntad de Dios no es un seguro. De hecho, hasta puede matarte. Pero si la gloria es para Dios, entonces el objetivo se ha cumplido. Y la recompensa eterna que recibimos hará que bien valgan la pena los sacrificios que hagamos.

Son preguntas imposibles de responder. Son cuestiones que nos llevamos con nosotros a la tumba. Pero no puedes dejar que los interrogantes que no puedes responder te impidan confiar en aquello que sabes que es verdad.

En términos bíblicos, tus explicaciones son más importantes que tus experiencias. Cuando nos pasan cosas malas, es fácil hacerse la víctima. Pero no lo eres. ¡Porque somos más que vencedores![13]