Cartas a Ricardo

o, no te pido que cuides de no herirme porque yo soy la que tiene que aprender a no sentirse herida.

Cómo quisiera estar en alguna parte, en esa parte “donde amor no es congoja”. Porque yo lo único que sé hacer a conciencia, es sufrir y transmitir mi sufrimiento a los demás.

siempre había sido muy celosa de mi independencia, de mis convicciones y hasta de mis opiniones. Pero cuando estábamos juntos, era una cosa que me daba risa, ver cómo, de pronto, toda mi independencia, mis convicciones y mucho más mis opiniones se evaporaban.

Como tú ejerces influencia sobre mí (qué coraje, grr)

No te importa que me deje arrastrar así por mis pasiones y que éstas turben mis juicios estéticos

No me importa ya que quieran a mucha gente más. Eso es, si acaso, prueba de que son capaces de querer en general y que entonces es más probable que también quieran en particular aunque no exclusivamente.

¿No te importa saber (ahora es a mí a quien le toca hacer esta clase de preguntas) que soy una persona terriblemente hambrienta de ternura? En este aspecto he sido siempre como una criatura desvalida y torpe. No sé cómo pedir el cariño, no sé cómo inclinar a la gente a que me lo dé. Sólo sé que lo necesito y que esa necesidad me empuja a hacer tonterías que alejan de mí a las personas y que me convierten en un ser atrozmente desdichado

que soy una persona terriblemente hambrienta de ternura?

aspecto he sido siempre como una criatura desvalida y torpe. No sé cómo pedir el cariño, no sé cómo inclinar a la gente a que me lo dé.

último Valium lo estuve conservando como oro en paño durante un mes y nunca me parecía una ocasión suficientemente grave como para tomarlo. Hasta que una mañana amanecí hecha un nudo y casi paralizada de la tensión