Deidad

A veces tienes que saber cuándo renunciar a la esperanza.

pero no es mi mundo, mi vida ni mi corazón. Y tú sí. Y te quiero en mi vida, de verdad. Y esta es la única forma.

la esperanza era algo frágil, pero me hacía seguir adelante.

Te quiero, Álex. Renunciaría a todo por ti y sé que tú también

Agapi mou, no conserves esa culpabilidad durante mucho tiempo. Podrías haber elegido otro camino, pero hiciste lo que creíste que era correcto. Le diste una oportunidad.

—No puedes hacer esa promesa. No habiendo tantas cosas que pueden ir mal.

El simple placer de estar a su lado era tan estupendo que no podía ser algo malo.

Susurré su nombre una y otra vez como una especie de plegaria enloquecida

lo habría perdido todo. Tú lo eres todo para mí.

Eres tú quien tiene mi corazón… y solo quiero compartirlo contigo.