Argirópolis, «o La capital de los Estados Confederados del Río de la Plata», es la utopía de Sarmiento: una ciudad imaginaria a instalar en la Isla Martín García, a la mitad del gran río que separa Buenos Aires (Argentina) de Colonia (Uruguay). La ubicación de esta capital futura estaba pensada para aplacar los conflictos en torno a la navegación de los ríos y facilitar el comercio con las grandes potencias internacionales.
Cuando escribió este libro (1850) Sarmiento todavía apostaba a hacer buenas migas con Urquiza en la lucha por destituir a Rosas. Aquí se recogen sus apuntes programáticos para organizar una república federal alrededor de esa hipotética Argirópolis, ciudad nueva que sellara la paz tras varias décadas de guerra civil.
Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, 1811 — Asunción, 1888) fue un escritor y estadista argentino. Además de haber sentado en su presidencia las bases del sistema educativo moderno de su país, los libros salidos de su notable pluma marcaron una interpretación histórica de alto impacto, en especial el Facundo (1845), pero también Recuerdos de provincia (1850) y Mi defensa (1843), entre otros. Son controvertidas sus visiones y acciones sobre los aborígenes, los gauchos y los inmigrantes de algunas proveniencias, mientras favorecía que los de otras se instalaran como colonos. Sin embargo, y por lo mismo, pocos negarían que Sarmiento fue una figura descollante que influyó profundamente en la vida intelectual y política de la nación sudamericana.