Este libro tiene el propósito de abrir la discusión de este enfoque interpretativo a través de un pequeño número de investigaciones que abordan la investigación científica en diversas regiones y ciudades de México, enfatizando las peculiaridades del conocimiento y las prácticas locales, así como los circuitos de movilidad por donde se desplazaron a lo largo del periodo en estudio. En este sentido, se destacan las diversas ubicaciones de las prácticas científicas en espacios físicos concretos reconociendo su carácter local y situado, y se destaca el papel que desempeñan la cultura y la vida política y social, así como el propio entorno natural en la producción de conocimiento, en la configuración de sus características específicas.