Usted me hace reír! Ya se fue el tiempo en que podíamos guardar dinero. Soy un infeliz. Con la vida que llevo no puedo tener aspiraciones. No puedo tener un hogar, porque un hogar empieza con dos, y después se va multiplicando.
Me miró y dijo:
–¿Por qué hablamos de eso? Nuestro mundo es el margen. ¿Sabe dónde estoy durmiendo? Debajo de los puentes. Yo estoy loco. ¡Quiero morirme!