Andrea Abreu

Panza de burro

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  • Sugey Navarrohas quotedlast year
    Yo soñaba con curarle la tristeza a Isora, quería ser su perro y ella mi santa con heridas en las rodillas.
  • María Fernanda LLhas quoted2 days ago
    di cuenta de que Isora estaba en otro lugar, un sitio del que yo no alcanzaba a ver ni el principio y por un momento tuve miedo, miedo de que se diera cuenta de mi inocencia, de que se cansara de mi cabeza asintiendo y mi boca cerrándose.
  • María Fernanda LLhas quoted3 days ago
    me golpeaba una alegría intensa.
  • María Fernanda LLhas quoted3 days ago
    Me gustaba verla acercarse, sentir sus pisadas en el piche, el piso temblaba.
  • María Fernanda LLhas quoted3 days ago
    Yo soñaba con curarle la tristeza a Isora, quería ser su perro y ella mi santa con heridas en las rodillas.
  • María Fernanda LLhas quoted3 days ago
    encantaba la capacidad de Isora para decir que no a la gente. Ella no tenía miedo de que la dejasen de quere
  • María Fernanda LLhas quoted3 days ago
    Decía lo que le apetecía cuando le daba la gana
  • Paris Leónhas quoted18 days ago
    Cuando salimos por la puerta de doña Carmen un gusano me recorrió la garganta. Ese gusano negro me decía que alguna vez yo había envidiado a Isora. Me gustaba el color de su pelo y el de sus brazos. Me gustaba su letra. Hacía unas g con un rabo gigante que no dejaba que se entendiese lo que decía en la línea de abajo. Me gustaban sus ojos y tantas otras cosas. La envidiaba por cómo le hablaba a la gente grande. Era capaz de interrumpir las conversaciones y decir no, Moreiva es hija de Gloria la de la curva, no de la otra Gloria. La envidiaba por sus tetitas redondas y blanditas como una gomita con azuquita blanca, aunque a ella no le gustaban. Y porque tuviese la regla y porque tuviese pelos en el pepe. Isora tenía un monte de pelo negro tieso y picudo, como el cespe falso de las casas rurales. La envidiaba por su tarjeta de juegos para la guenboi, que le pirateó un primo segundo suyo que era informático y vivía en Santa Cruz. La envidiaba porque la tarjeta tenía el juego de Hamtaro y a mí me encantaba el juego de Hamtaro.
  • Paris Leónhas quoted18 days ago
    La hubiese seguido al baño, a la boca del volcán, me hubiese asomado con ella hasta ver el fuego dormido, hasta sentir el fuego dormido del volcán dentro del cuerpo.
  • María Fernanda LLhas quoted21 days ago
    concentré en sentir, pero en mis dedos no había nada. No había latido, como si dentro de su cuerpo no hubiera cora
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