Dispuesto a todo

Jesús fue todo menos pasivo. Fue el epítome de la pasión. Entonces, independientemente del tipo de personalidad, sus seguidores deben ser las personas más apasionadas del planeta

¿Cómo funciona eso de decidirse a pelear?
Comienza cuando nos ponemos de rodillas. Orar es pelear contra el enemigo. Es la guerra espiritual.

La mayoría de nosotros somos demasiado dubitativos cuando se trata de la voluntad de Dios. Tenemos tanto miedo de hacer una decisión equivocada que no hacemos ninguna. Y ninguna decisión es una decisión. Se llama indecisión.

o te sorprendas si se burlan de ti, si te critican y se ríen cuando hagas una locura. Más bien, preocúpate si no lo hacen. Los demás pueden pensar que estás loco cuando escalas un acantilado, pero la única otra opción es que piensen que es normal. ¿Quieres ser normal? ¡Tampoco yo! ¡Normal es lo último que quiero ser!
Estoy seguro de que los otros once discípulos de vez en vez hacían movimientos burlones a Pedro por hundirse al caminar en el Mar de Galilea, pero ellos nunca caminaron sobre el agua. ¿O lo hicieron? ¿Has notado cómo la mayoría de los que critican a los caminantes acuáticos lo hacen desde los cómodos confines de un bote? ¿Y muchos de los que critican a los escaladores de acantilados lo hacen desde la planicie?
Los hermanos de David lo criticaron por desafiar a Goliat, ¡pero David llegó a los titulares mientras ellos se quedaron en las sombras del anonimato! Y estoy seguro que la multitud se enojó con un recaudador de impuestos mientras trepaba un árbol para ver a Jesús; sin embargo, ninguno de ellos fue invitado a almorzar con Jesús.

Tu lugar de trabajo es tu campo misionero.
Tu trabajo es tu sermón.
Tus colegas son tu congregación.

La iglesia no es deportes por televisión. No puedes decir «Voy a la iglesia» porque tú eres la iglesia. La iglesia no es un edificio con una dirección específica. La iglesia no es una reunión en un momento determinado. ¡Si tú eres la iglesia, entonces la iglesia está actuando cuando y donde quiera que estés!

no necesitamos saber más. Necesitamos hacer más con lo que sabemos. Al final del tiempo, Dios no dirá: «Bien pensado, intelectual» o «Bien dicho, predicador». Solo hay un elogio: «¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel3!».

Jesús amó, alabó y recompensó una cosa: la desesperación por Dios que sobrepasa el decoro. Jesús amaba a los desesperados espirituales.

El pasado, Él lo ve como algo pasado. Él ve más allá del pecado. Él ve su imagen en nosotros. Como si se mirara en un espejo, Dios ve un reflejo de sí mismo

Creo que deliberadamente eligió el sábado porque eso irritaría a algunos religiosos. Y si lo sigues a Él, también ofenderás a algunos fariseos.