La belleza y delicadeza de Hong Kong fueron muy bienvenidas después de las horribles tormentas de los inviernos ingleses. Tan encantadora y delicada como la flor, así se llamaba, la joven Azalea, la que necesita calor y luz solar para sobrevivir. La bella Azalea no era feliz en su nuevo hogar, pues su tía y tío la mantenían en una humillante esclavitud doméstica. Su posición inferior, a la que la remetieron, estaba más que justificada por la desgracia inmencionable de su pasado. Sus viciosos guardianes habían logrado romper el espíritu de Azalea, pero no pudieron evitar que un joven decidido, el atractivo Lord Sheldon se enamorara de ella. Tampoco podían evitar que él descubriera el vergonzoso secreto que nublaba la felicidad de la vida de Azalea. ¿Habría ahora alguna esperanza de que encontrará el amor verdadero y pudiera tener una vida propia?