Desde la aparición de Armas, gérmenes y acero, he dedicado mucho tiempo a hablar con personas de Silicon Valley y de la carretera 128, y todos ellas me indican que ambos núcleos industriales son bien distintos en lo que respecta a los valores, actitudes y conductas empresariales que adoptan. Silicon Valley está compuesto por montones de empresas que compiten ferozmente entre sí. Sin embargo, también colaboran mucho: entre empresas suelen circular libremente las ideas, las personas y la información. A diferencia de ello, según me dicen, las empresas de la carretera 128 son mucho más reservadas y están mucho más aisladas entre sí, igual que las empresas japonesas productoras de leche.