Por amor, alguien se ofrece a dar lo que otro necesita para ser feliz, sin tenerlo. Y lo hace porque cree que esa persona puede completar su sentimiento de vacío. Es la falacia del amor, la promesa de tenerlo todo, de que nada más hará falta, y el duelo irrumpe cuando esa promesa falla.
La sensación de estar completos se evapora, la ilusión se desmorona y aparece la angustia.