La desigualdad en el ingreso de la gran mayoría de los países del mundo genera no sólo condiciones socieconómicas adversas, tales como una mala calidad en la alimentación, la defección de los estudios y la tendencia a ceder ante las tentaciones de la criminalidad, uno de sus efectos más visibles es la marginación en la que viven los “pobres” y su localización geográfica. Éstos se hacinan en favelas, ciudades de cartón y chabolas que en su mayoría están en las periferias de las ciudades.