es
Books
Gueorgui Gospodínov

Acerca del robo de historias y otros relatos

  • Alicia Sandovalhas quotedyesterday
    Debemos aceptar que, a veces, las personas sencillamente no llegan a encontrarse.
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    My name is Kathrin. I don’t know your language but it was a great story.
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    Después de 1989, esa entrañable familia eslavo-balcánica, reunida en el Mar Negro, pongamos, en la idílica configuración de marido búlgaro, mujer checa y niños húngaros, se ha roto irreversiblemente en las nacionalidades que la componían. Como personas que han hecho una serie de cosas prohibidas la noche anterior, aprovechando la cercanía impuesta, y al día siguiente se evitan con cautela, incapaces de recordar nada.
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    también disfrutaba. Podía contarle cualquier cosa. No hay tanta gente a la que puedas contárselo todo. Y a este podías insultarlo, podías desahogarte con él, habría aceptado lo que fuera. Va a ser que justo las personas que no hablan el mismo idioma son
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    Sabía que debía decir algo, entablar conversación; pero, naturalmente, cada inicio me parecía banal y condenado de antemano al fracaso. Siempre viajo con la mirada clavada en algún libro para evitar que me arrastren a una conversación.
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    las que mejor se entienden. A él le hacía gracia, y a mí me hacía gracia, los dos nos engañábamos, y tan contentos
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    abuelo encendía un cigarrillo y, solo después de la tercera calada, empezaba su relato. Hablaba despacio, orgulloso de ser un buen narrador, y siempre le escuchábamos con respeto. Yo me entretenía detectando las diferencias con los relatos anteriores, los nuevos detalles que aparecían cada vez.
  • Guillermina Martinez Tellohas quoted2 days ago
    Parecía un buen hombre, de aspecto afable, y no dejaba de sonreírme; en fin, que no le apetecía estar solo. A mí tampoco me apetecía estar solo, pero de qué podíamos conversar si yo solo hablo búlgaro y un poco de valaco. De todos modos, le empecé a hablar en búlgaro, quién sabe, a lo mejor hablaba un poco, hay gente para todo. Pregunté de dónde era el señor, si entendía nuestro idioma. Y le di las gracias por el cigarrillo. Él se limitó a asentir con la cabeza y me dio una palmadita afectuosa en el hombro. Yo en ese momento ya lo tenía calado y sabía que no entendía ni una palabra de nuestro idioma, pero por alguna razón no quería delatarse. Eso es asunto suyo, pensé, tal vez le daba miedo perder mi compañía.
  • Alicia Sandovalhas quoted5 days ago
    enfermedad nos convierte en niños y nos hace correr detrás de cada cometa.
  • Alicia Sandovalhas quoted6 days ago
    Dios escucha todas nuestras súplicas, aunque rara vez distingue entre el bien y el mal.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)