Cada vez que Ariadna siente como las manos de un hombre desconocido dibujan su cuerpo desnudo, cierra los ojos para sentir el placer, quiere disfrutarlo pero su mente se bloquea con miles de imágenes que están impregnadas en su cerebro.
Héctor, un hombre apuesto e irresistible aparece en su vida para fotografiar las joyas que Ariadna diseña en la joyería familiar. La atracción entre ambos es repentina, y Ariadna sin pretenderlo, se enamora perdidamente de él.
No pierde la esperanza de que algún día, el pasado deje de manipular su día a día…. pero, cuando cree que su vida va sobre ruedas con el hombre ideal a su lado, descubre que lo que jamás podría haber imaginado sobre Héctor, es realidad. Su pasado volverá con fuerza y con él su posible destrucción para ser feliz.