En Estados Unidos, un aprendiz de historiador encuentra por azar las pistas de una «bellísima derrota disfrazada de victoria», la de Arturo Godoy, el boxeador chileno que en 1940 enfrentó al campeón de los pesos pesados, Joe Louis, el Bombardero de Detroit, por la corona mundial. Muriendo por la dulce patria mía está poblada de personajes entrañables, humor e historias secundarias que se desprenden del tronco para brillar con luz propia. Mito e historia, humor y nostalgia, naturalidad y artificio, todo se mezcla en el relato portentoso y conmovedor de Roberto Castillo Sandoval, uno de los más dotados narradores secretos de la literatura chilena.