Un thriller inquietante y sorprendente en el que se debaten muchos de los pormenores de la práctica y la política y la política de la medicina. La agresión a una enfermera provoca la alarma entre los trabajadores de un hospital californiano. La joven ha sido atacada dentro de la institución por un hombre que, echándose un ácido, le ha desfigurado el rostro, además de dejarla ciega. Un segundo ataque violento sugiere lo impensable: el perturbado se esconde en el centro y su objetivo es el personal sanitario. David Spier, medico jefe de la sección de Urgencias, intenta por todos los medios que no cunda el pánico entre su equipo y los pacientes sigan siendo atendidos con la eficacia de siempre.