El motivo de esta obra es un reclamo de interpretación de las transformaciones en curso en el sistema capitalista, la idea de crisis como oportunidad de prácticas políticas originales a partir de la intelección adecuada de esos cambios. Para eso el autor emprende la revisión de la confrontación entre determinismo y sujeto revolucionario en la historia del movimiento marxista y la lucha de clases. En el horizonte se encuentra la relectura de lo vigente en Marx: la teoría del valor y la ley tendencial de la caída de la tasa de ganancia como límite asintótico del capitalismo, y un rechazo a las ideas neo-keynesianas de la imposibilidad de la reproducción capitalista sólo por debilidad de la demanda. La tarea propuesta es inmensa, y su necesidad se encontraba expresada con fuerza en el último Lukács: el marxismo detenido por autismo, por inmovilismo. El libro de Aricó sale al encuentro de la situación: es un reclamo de creatividad, de movimiento teórico y político innovador sobre la base de las anclas profundas en una herencia y una tradición.