Jennifer L. Armentrout

Elixir

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • reggggghas quoted14 hours ago
    —No me perderé, porque… bueno, lo que siento por ti no me dejará nunca olvidar quién soy…
  • reggggghas quoted14 hours ago
    Solo permito que me hables así porque conozco tu amor y tu dolor, porque yo lo he sentido también.
  • reggggghas quoted14 hours ago
    Apolo dijo que sabía lo que este tipo de amor podía llegar a hacer
  • reggggghas quoted14 hours ago
    Es amor, amor de verdad, del que te obliga a hacer sacrificios por él
  • reggggghas quoted14 hours ago
    Por favor, vuelve a mí, Álex. Por favor. Te quiero demasiado como para perderte
  • Solange Anahihas quotedlast year
    El amor es una criatura salvaje e imprudente. No puede planearse ni hilarse. No puede ser controlado. El amor puede coexistir con el Destino, o puede deshacerlo. El amor es lo único más poderoso que el Destino.
  • milectordelibrosdigitalhas quoted2 years ago
    En el techo habíamos hecho unas marcas sobre el cemento, neutralizando así la mayoría de sus recién descubiertas habilidades. Eso no la detenía del todo, pero lo suficiente como para evitar que fuese un peligro para ella misma o para los demás.
  • ariadnahas quoted3 years ago
    Acerqué los labios a su mejilla y me quedé así, sujetándola cada vez más fuerte. ¿Los dioses querían guerra?

    Pues estaban a punto de conseguirlo
  • ariadnahas quoted3 years ago
    Durante unos segundos nadie se movió, hasta que Marcus se acercó a mí y me puso una mano en el hombro.

    —Estamos contigo, Aiden. Y también estamos con Álex.

    Eso era todo lo que necesitaba oír.

    —Ella puede hacerlo. Sé que puede.
  • ariadnahas quoted3 years ago
    Sin duda, Apolo va a cabrearse cuando se dé cuenta de lo que he hecho y lo que planeo hacer. Si os quedáis… —Las palabras quedaron flotando en el cuarto. Ya lo sabían. Además de todo, tendrían que enfrentarse a la ira de Apolo.

    Luke miró a Deacon y sonrió.

    —De todas formas, Apolo me da cosilla.

    —Desde luego —respondió Deacon moviendo los hombros—. Y hey, si tú crees en Álex, yo también. Tú la conoces mejor que cualquiera de nosotros.

    —Eso es cierto. —Marcus sonrió y se apoyó contra el sofá—. Yo me apunto.

    Solos suspiró.

    —Esto es una locura, ¿pero qué demonios? Vine aquí para proteger a Álex. No para entregarla a que la sacrifiquen como a un perro.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)