La primera palabra de la ciencia ficción es ciencia. Necesitamos primero unos enamorados de la ciencia, unos estudiosos de la física, de las matemáticas modernas, de la tecnología, y luego sí podremos entrar de lleno en la ciencia ficción –en este punto se hizo un silencio breve entre nosotros y luego él tomó un sorbo de café antes de continuar-. Nuestra educación divide las humanidades de las ciencias, en lugar de integrarlas, de mezclarlas, de evidenciar la cantidad de puntos en común que tienen.