Ser criollo significaba ser descendiente de españoles pero crecer y vivir en el nuevo territorio americano, conforme a una multiplicidad de influencias culturales. Sin embargo, el vocablo no se refería sólo a una circunstancia de nacimiento, sino que revelaba una serie de aspectos culturales que generaban un sentimiento de pertenencia a un territorio y que hacía que el criollo se distinguiera de sus antecesores en virtud de esa experiencia de vida.
La exposición El criollo en su reflejo. Celebración e identidad 1521-1821 (Museo Franz Mayer, 2010), llevada a cabo en el marco de las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución mexicanas, tuvo por objetivo reflexionar sobre el proceso de construcción de la conciencia criolla, a través de una selección nunca vista de mapas, documentos y libros de The Hispanic Society of America, que dialogaron con muebles, objetos y documentos de la colección del Museo Franz Mayer, así como de planos históricos del acervo de Ricardo B. Salinas Pliego.
La publicación, del mismo nombre, constituye la memoria de dicha exhibición, a través de seis textos de relevantes historiadores y estudiosos del tema.