La baja autoestima a veces va acompañada de un bajo cuidado de sí mismo. Funciona así: crees que no vales mucho y por eso no te cuidas. Te pones cualquier cosa. No te aseguras de que tu ropa esté planchada. Pospones la visita al dentista o al oculista. No comes bien. Bebes demasiado. No haces ejercicio con regularidad.