Malva Flores

Llamemos corazón a la piedra de río:

–lisa, blanca, moldeada por el roce–

la distancia tan breve entre el sol y la espuma

Ayer compré este árbol enorme, altísimo,

escalera de hormigas y de hiedra.

estuve algunas horas bajo el calor de marzo

mirando solamente bisutería en el cielo

No hay más Noé

rodeándose de bestias, minerales abstractos

o cuanto puso Dios en este borde

Con qué palabras se renuevan los brotes

No somos de razón

para atisbar la luz de la materia

el filo donde termina el mundo:

Es un monte cualquiera

Siempre es tarde cuando ocurren las cosas

acampamos donde nos fue posible