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Hua Hsu

  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Enviar faxes era más barato que hacer llamadas a larga distancia y la presión era mucho menor. No había silencios entrecortados y gravosos
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Los barrios residenciales evocan estabilidad y homogeneidad, pero rara vez están sujetos a la tradición. Más bien son pizarras que pueden borrarse para dar cabida a nuevas aspiraciones
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Ese está el dilema de la vida: hay que encontrarle sentido, pero, al mismo tiempo, hay que aceptar realidad. Cómo resolver esa contradicción es un reto para todos nosotros. ¿Tú qué crees?
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Todos nos parecemos, hasta que nos damos cuenta de que no es así, y entonces empezamos a sentir que nadie podría parecer más distinto
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Hay muchas clases de amistad. Podemos sentirnos atraídos por alguien que nos da alegría y nos llena de esperanza, alguien que siempre logra hacernos reír. Tal vez haya amistades que son instrumentales, en las que el aliciente es concreto y el atractivo reside en lo que pueden hacer por nosotros. Hay amigos con los que solo hablamos de cosas serias, otros que solo cobran sentido en la ebria alegría de la noche profunda. Algunos amigos nos completan, mientras que otros nos complican. Quizá sintamos que no hay nada mejor en el mundo que estar al volante de un coche, escuchando música con amigos, buscando una tienda de dónuts abierta toda la noche. Nadie dice una palabra y es perfecto. Quizá nuestra perenne fascinación con la armonía empezara por fin a cobrar sentido en esas escenas, apretujados en el coche, coreando «God Only Knows», esperando en el aparcamiento hasta que terminaba la canción. Aristóteles señaló que las amistades entre los jóvenes siempre giran en torno a la posibilidad de placer. La amistad de los jóvenes, observó,
    parece que se debe al placer, pues viven en la pasión y persiguen sobre todo aquello que les resulta placentero y lo que tienen delante —aunque cuando cambia su edad, también les resultan placenteras otras cosas—. Por eso se hacen amigos, y dejan de serlo, rápidamente, pues su amistad cambia con lo placentero, y el cambio de esta clase de placer es rápido.

    «Lo que tienen delante»: esa dimensión de la amistad orientada hacia el futuro, la certeza de que envejeceremos, o nos distanciaremos, y de que un día podremos necesitarnos de un modo inimaginable en el momento presente.
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Para algunos, la amistad tiene que ser constante y rítmica. Para otros, es la intimidad esporádica de retomar sin esfuerzo conversaciones o chistes particulares que llevan años parados.
    Pero antes de todo eso: lo que tenemos delante nos une
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Aquellos no eran debates para ganarlos: la certidumbre era aburrida. Buscábamos pautas que nos permitieran ver el mundo con mayor claridad
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Encender un cigarrillo pone en marcha un cronómetro. Teníamos que empezar a hablar de temas serios, pasar de la cháchara a asuntos más íntimos e intensos
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    Yo me había definido por lo que rechazaba y mis elecciones a menudo se plasmaban en algo que yo percibía como político
  • RS Quintanillahas quoted5 months ago
    La intimidad de la amistad, escribió, reside en la sensación de reconocerse a uno mismo en los ojos del otro. Seguimos conociendo a nuestro amigo incluso cuando ya no está presente para mirarnos. Desde el primer encuentro, no hacemos sino prepararnos para la eventualidad de que lo sobrevivamos o de que nos sobreviva él. Ya estamos imaginando cómo podríamos recordarlo algún día. El sentimiento no tiene por qué ser de tristeza. Para amar la amistad, escribe, «hay que amar el porvenir». Tras la muerte de su colega Jean-François Lyotard, Derrida se pregunta: «¿Cómo dejarlo solo sin abandonarlo?». Tomarnos en serio las ideas de nuestros amigos fallecidos es, quizá, la máxima expresión de amistad, pues apunta la posibilidad de un elogio fúnebre que no se centre simplemente en el superviviente y su aflicción
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