Llámenla por su verdadero nombre: la ciencia es, para nosotros, sólo un pretexto para hacer algo, no importa lo que sea; la vida, la horrible y aterradora vida, que nos ha secado el alma, que nos ha robado nuestra íntima personalidad… y, entonces, para no gritar continuamente nuestra desesperación, corremos detrás de caprichos infantiles… para olvidar lo que hemos perdido. Sólo para olvidar. ¡No tratemos de engañamos!