Que bonito libro, tan bello y desgarrador al final y que de alguna forma te hace sentir como si te purificara el alma al mismo tiempo. Hay muchas buenas reseñas de él y no hay nada más que yo pueda agregar que seguirlo recomendarlo para que este clásico nunca muera.
Con este pequeño libro me sentí como cuando tenía doce años y me conmoví profundamente por "El ruiseñor y la rosa" de Oscar Wilde. Fue la primera lectura que me impactó de esa forma y creo que eso explica el impacto y la ternura que he sentido con este primer libro que leo de Stefan Zweig... Y vaya que no estaría mal que algunos líderes mundiales le dieran una leída antes de seguir apoyando políticas y acciones que no hacen más que seguir dividiendo este mundo para el beneficio de pocos a costa del dolor de millones de personas que solamente quieren vivir su vida (y si, me leo genérica, pero así lo siento de verdad).