«Si aún está aquí, la única manera de encontrarle es ir a buscarle», dijo, «yo ahora tengo que hacer mi ronda, si quiere puede acompañarme». Se dirigió a la puerta y la abrió. «Haré una ronda más larga de lo acostumbrado, esta noche, pero tal vez usted no considere oportuno venir conmigo».
Me levanté y le seguí. «Lo considero oportuno», dije. «¿Puedo llevar mi equipaje conmigo?».