La vida no es justa. Tener éxito no se da por caer en la situación más deseable y ser descubierto por arte de magia gracias a alguna singularidad especial que solo uno, y nadie más, tiene. Eso es un desafortunado cuento de hadas en el que muchos de nosotros vivimos hoy en día. Lo cierto es que el éxito viene de ser sometido a pruebas de fuego, de ser llevado hasta tus límites y de moldear tu carácter y tu confianza por medio de circunstancias desafiantes.
Confirmación de que el éxito no se logra casi nunca por un golpe de suerte o por algún encanto especial que se posea. El verdadero éxito se logra con disciplina, sacrificio y trabajo duro, estos, son el crisol donde se forja el espíritu humano