Elianne Elbaum

La maternidad tiene mucho de incomodidad; es incomodo ver espejados nuestros más odiados atributos en nuestros hijos, la pérdida frecuente de la paciencia, la sensación de pérdida de control, la pérdida de libertad y, además, para las que queremos “triunfar” profesionalmente, nos pone en lugares de tensión todos los días.

romper el tabú de que las madres solo podemos ser felices por nuestra propia naturaleza maternal.

Esta vida que creo adentro
Me hizo volver a pensar y crear
Esta vida que tengo adentro
Me hace replantear
¿Es esta la vida que ahora tengo?

Erica Jong: “Ningún estado es tan similar a la locura, por un lado, y a lo divino, por el otro, como el estar embarazada. La madre se duplica, luego se divide por la mitad y nunca más estará completa”

Muchas veces se nos trata como si estuviéramos enfermas, cuando el embarazo es un estado “natural” en la mujer.

cuando tenés al primero todos te pregunta cuándo viene el segundo (nadie te pregunta si realmente la pasaste bien con el primero)

Me parí como madre, como pude.

No podemos elegir el parto, nos toca lo que nos toca. Lo otro importante por destacar es que no hay parir bien o parir mal. No se dejen engañar. Todos los partos a través de los cuales se logra sacar al bebé para afuera del útero, logrando que tanto la mamá como el bebé gocen de buena salud, son buenos partos.

Nuestros bebés deciden por sí mismos cómo quieren salir y cuándo quieren hacerlo: esas son las primeras decisiones que toman en sus vidas, de ahí en adelante empieza la aventura.

Lo impresionante es que existen mandatos sociales hasta sobre cómo debemos parir. ¿Se dan cuenta? La sociedad quiere dictarnos eso también. Algunas parirán como la normas sociales de su clase demanden y otras no