Una vez más, Open Court se mostró entusiasta. Y si estáis leyendo esto, es porque a vosotros también os interesan al menos un poco la filosofía, Los Simpson, o incluso ambas cosas. El concepto es el mismo: la serie es lo bastante profunda e inteligente para garantizar cierto nivel de discusión filosófica, y al tratarse de un programa popular, resulta útil como vehículo para explorar una variedad de cuestiones filosóficas en favor de un público no especializado.