¿Por qué esta manía de escarbar en la vida de los otros y tratar de pasarla por rayos X, pretender conocer la verdad y envenenarla con frecuencia precisamente zumbando a su alrededor, convencidos siempre de hacerlo por amor hacia esos que tal vez preferirían que nos mantuviéramos alejados y tranquilos? Como dice don Quijote, allá se lo haya cada uno con su pecado.