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Roald Dahl

La cata

“La cata” es uno de los más brillantes relatos de Roald Dahl. Se publicó por primera vez en la edición de marzo de 1945 del Ladies Home Journal y posteriormente fue publicado, en 1951, en The New Yorker.

Seis personas se sientan a la mesa en la casa de Mike Schofield, un corredor de bolsa londinense: Mike, su esposa e hija, un narrador sin nombre y su esposa, y un famoso gastrónomo, Richard Pratt. Pratt suele hacer pequeñas apuestas con Schofield con el fin de adivinar el vino que se está sirviendo en la mesa, pero esta noche la apuesta será mayor… Cuando Schofield sirve el segundo vino de la cena comenta que será imposible adivinar cuál es, lo que Pratt toma como un reto.

Iban Barrenetxea ha realizado un magnífico trabajo gráfico para invitarnos a esta misteriosa velada. El vino está servido. Empieza la cata.
37 printed pages
Copyright owner
Bookwire
Original publication
2016
Publication year
2016
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Impressions

  • Mercy Torres Mestasshared an impression4 years ago
    👍Worth reading

    Cuento perspicaz. Realmente la cereza en el pastel la asistente de servicio.

  • Ann Lopshared an impression4 months ago
    👍Worth reading
    😄LOLZ

    Los más divertidos y tensos minutos del día!!!

  • Adaliz Guerrero Ospinashared an impression5 years ago
    👍Worth reading
    🎯Worthwhile
    🚀Unputdownable

    Relato hermosamente ilustrado, con intriga y tensión hasta el final

Quotes

  • Dianela Villicaña Denahas quoted3 years ago
    Es un viñedo de cuarta. Ahora estoy seguro. Un cuarta clase de un buen año, de un gran año, de hecho. Y eso es lo que le da ese sabor momentáneo de un vino de tercera o incluso de segunda categoría. ¡Bien! Eso está mejor. Nos vamos acercando. ¿Cuáles son los viñedos de cuarta categoría en el municipio de St. Julien
  • Dianela Villicaña Denahas quoted3 years ago
    El tipo tenía unos cincuenta años y un rostro desagradable. De alguna forma, era todo boca —boca y labios—, los labios de un gourmet profesional, con el inferior colgando en el centro, un labio fláccido y permanentemente abierto de catador, conformado para recibir el borde de una copa o un bocado. Un ojo de cerradura, pensé, observándolo; su boca es como un ojo de cerradura grande y húmedo.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted3 years ago
    Es imposible que alguien pueda diferenciarlos todos solo por el gusto y el olor. No me importa decirte que este que tengo aquí es un vino de un pequeño viñedo rodeado de otros muchos, y nunca podrá acertarlo. Es imposible

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