La grieta del silencio

Es imposible dar marcha atrás

cuando estamos cerca de lo que perseguimos,

aunque por el camino descubramos

que el último paso nos hará daño.

un modo u otro, las tragedias nos golpean tarde o temprano. Luchamos y peleamos a contracorriente todo el tiempo, pero, en cuanto nos descuidamos, todo se pudre y se pervierte. No queremos aceptar que la gran mayoría de las cosas que dejamos entrar en nuestra vida la contaminarán.

Tenemos miedo de hacernos daño y,

sin embargo, seguimos adelante.

No trates de luchar contra algo invisible, porque es un monstruo que no se puede derrotar. Si le cortas un brazo le salen cien más. El mundo está construido así, con zonas llenas de luz y otras oscuras que es mejor no visitar. Y hay gente que siempre se sentirá tentada a adentrarse en esa negrura y a creer que cuando salga fuera será la misma persona, pero nunca se vuelve a ser el mismo.

Avanzamos por la vida por un camino lleno

de baches y accidentes inesperados,

y a lo máximo a lo que podemos aspirar

es a llegar al final sin haber perdido

demasiados pedazos de nosotros mismos.

Avanzamos por la vida por un camino lleno

de baches y accidentes inesperados,

y a lo máximo a lo que podemos aspirar

es a llegar al final sin haber perdido

demasiados pedazos de nosotros mismos.

Para bien y para mal,

solo el paso del tiempo puede conseguir

que veamos las cosas

de un modo distinto a como sucedieron.

Hay dos maneras de adentrarse en la oscuridad:

encendiendo una llama

o dejándote llevar.

A veces el amor te pone en el camino equivocado

para que sepas cuánto duele.

Todos somos parte del cambio,

pero pocos estamos dispuestos

a dar un paso al frente y actuar.