Mientras que las ciudades, igual que con el mezcal, se van llenando del nuevo emprendimiento de moda para les de siempre: los negocios de la mota, la weed, CBD, THC, para que suene más nice. Mientras que los «daños colaterales» se siguen apilando en fosas clandestinas.
¿Por qué las comuneras o’dam de
Juktɨr,
Chianarkam,
Kauxbilhim,
Mɨi’ñcham,
Mualhim,
San Pedro de Xicoras
no pueden ser colectivas de producción de marihuana autónomas?
¿Por qué no les viudes, huérfanes, oso gu dolientes?
Sembrar, sabemos,
cosechar, también,