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Jon Sobrino,Charo Mármol Martínez

Conversaciones con Jon Sobrino

  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    Consiguientemente, la Iglesia de los pobres no es aquella Iglesia que, siendo rica y estableciéndose como tal, se preocupa de los pobres; no es aquella Iglesia que, estando fuera del mundo de los pobres, les ofrece generosamente su ayuda. Es, más bien, una Iglesia en la que los pobres son su principal sujeto y su principio de estructuración interna, la unión de Dios con los hombres tal como se da en Jesucristo es históricamente una unión de un Dios vaciado con el mundo de los pobres. Así, la Iglesia, siendo ella misma pobre y, sobre todo, dedicándose fundamentalmente a la salvación de los pobres, podrá ser lo que es y podrá desarrollar cristianamente su misión de salvación universal. Encarnándose entre los pobres, dedicando últimamente su vida a ellos y muriendo por ellos, es el modo como puede constituirse cristianamente en signo eficaz de salvación para todos los hombres
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    «Vivir en gozo» significa que nada tiene que ser obstáculo para celebrar la vida. «Lo que se opone al gozo es la tristeza, no el sufrimiento», contestó a Gustavo Gutiérrez un campesino curtido en mil sufrimientos y mil veces celebrador de la vida en su comunidad. Es el triunfo sobre la tristeza.
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    Esta libertad significa que nada tiene por qué ser obstáculo para hacer el bien
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    No se vive más en plenitud por vivir menos en las condiciones de la existencia histórica. No es así como se refleja lo que hay de triunfo en la resurrección de Jesús, sino de modo muy distinto. Pablo lo afirma programáticamente en su confrontación con los corintios. Proclama la supremacía del amor. Y ese amor es crucificado, como el de Jesús. En definitiva, la forma de vivir con ultimidad en la historia es el seguimiento de Jesús, lo cual Pablo proclamará más que en palabras en su propia forma de vivir.
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    Puede parecer absurdo, pero me he preguntado quién es más mártir, Ellacuría o Julia Elba, quién reproduce más la cruz de Jesús.
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    Los mártires jesuánicos –algunos– son conocidos y venerados, pero no el pueblo crucificado. Peor aún si, aun sin pretenderlo, aquellos ocultasen a estos. Ellacuría no vivió ni murió para que el brillo de su figura opacase el rostro de Julia Elba.
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    Sus hombres y mujeres mueren inocentemente, pues no han cometido el «pecado» de Mons. Romero o de Ignacio Ellacuría, simplemente estaban ahí. Mueren cruelmente, con gran frecuencia después de una vida de grandes sufrimientos. Viven y mueren anónimamente. Son desconocidos los cinco millones de hombres y mujeres que han muerto en el Congo, en una guerra pensada y fabricada para que el coltán termine en el mundo de la abundancia, en las megaempresas de misiles, telefonía y computación. Y mueren indefensamente. En serio, ¿quién conoce a esos pueblos? ¿Quién los defiende? ¿Quién arriesga algo importante para bajarlos de la cruz?
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    Como Julia Elba hay decenas o centenares de millones de hombres y mujeres en nuestro mundo. Son inmensas mayorías que perpetúan una historia de siglos: en la América conquistada y depredada por los españoles en el siglo XVI; en el África esclavizada ya en el siglo XVI y expoliada sistemáticamente por los europeos en el siglo XIX; en el planeta, que sufre hoy la globalización opresora bajo la égida de los Estados Unidos. Mueren la muerte rápida de la violencia y de la represión, y sobre todo la muerte lenta de la pobreza y de la opresión. Sin comparación posible, sufren más que nadie las consecuencias de nuestros desmanes. Sufren en guerras e invasiones: Afganistán, Iraq, Colombia, Honduras, Palestina. Sufren en el manejo de la medicina y la industria farmacéutica: malaria, sida. Sufren en desastres ecológicos: inundaciones, desertificación, pérdidas en la agricultura, y en las catástrofes naturales: la inmensa mayoría de quienes mueren en los terremotos no pueden construir casas con acero suficiente, viven en las laderas de los montes y en las riberas de los ríos o junto a las vías del tren.
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    En cualquier caso, Dios responde y dice lo que hay que hacer. Si se me permite contestar desde mi propia experiencia, quizá podría decir con sencillez: «¿Rezarle?». No muy bien, pero algo procuro hacer. «¿Escucharle, obedecerle?». Quiera Dios que lo haga en alguna medida. «¿Agradecerle, alabarle, cantarle?». Bien está. Pero la respuesta más atinada me parece la del texto de Miqueas: «¿Quieren saber de verdad qué quiere Dios de ustedes?». «Hagan justicia, amen con ternura y caminen humildemente con Dios».
  • Francisco Samourhas quoted3 years ago
    La cita es de Jürgen Moltmann, que probablemente ya he usado: «No toda vida es ocasión de esperanza, pero sí lo es la vida de Jesús, quien, por amor, fue asesinado». Indudablemente, la frase da lugar a muchas y muy diferentes reacciones: admiración, duda, cuestionamiento. A mí, ¡qué le vamos a hacer!, la frase de Moltmann me recuerda lo mejor que he visto: dar la propia vida por la vida de otros. Darla pudiendo uno guardársela para sí.

    Los añadidos a esta afirmación de Moltmann son infinidad. Ciertamente, hay que trabajar y desvivirse para que nadie en este mundo, nadie, sea víctima, ni lentamente por causa del hambre, de la indignidad, de la exclusión, ni violentamente a manos de desalmados y, peor aún, a manos de ejércitos, cuerpos de seguridad, escuadrones de la muerte... Que eso sea ocasión de esperanza es utopía grande. Y también es verdad que por la vida de los otros hay que luchar siempre, sin ingenuidad, sin ignorar que algún riesgo hay que correr. Es «el precio a pagar». Pero ahí quedan las palabras de Moltmann. Yo no me atrevo a eliminarlas, sino a ponderarlas.
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