La cuenta de resultados muestra los ingresos, los distintos costes y gastos, subtotales como el beneficio bruto y el beneficio de explotación, y —cómo no— el resultado del ejercicio: el beneficio neto. El balance de situación muestra los activos y pasivos, incluyendo las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar. El estado de flujo de caja muestra en qué medida convierte la empresa sus beneficios en dinero en efectivo y qué hace con ese dinero. Los tres estados financieros son reflejo de las acciones diarias de los directivos y empleados de toda la empresa.