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Rashid Khalidi

Palestina

  • Camila Sanchezhas quoted17 days ago
    El sionismo es una empresa colonizadora y, como tal, depende íntegramente de la cuestión de las fuerzas armadas».
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted8 days ago
    Muchos no pueden aceptar la contradicción inherente a la idea de que, por más que el sionismo sin duda ha logrado crear una floreciente entidad nacional en Israel, sus raíces son las de un proyecto de ocupación colonial (igual a los de otros países modernos, como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda). Tampoco aceptan el hecho de que no habría tenido éxito de no ser por el apoyo de las grandes potencias imperiales, primero Gran Bretaña y luego Estados Unidos. Así el sionismo pudo ser, y de hecho fue, un movimiento nacional y un movimiento de ocupación colonial al mismo tiempo.
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted8 days ago
    En esta primera década del siglo XX, una gran parte de los judíos de Palestina todavía convivían con razonable comodidad con los musulmanes y cristianos que habitaban en las ciudades, además de ser culturalmente bastante similares a ellos. En su mayoría eran ultraortodoxos y no sionistas, mizrajíes (orientales) o sefardíes (descendientes de los judíos expulsados de España), urbanitas de origen mediterráneo o proximooriental que con frecuencia hablaban árabe o turco, aunque solo fuera como segunda o tercera lengua. Pese a las marcadas diferencias religiosas existentes entre ellos y sus vecinos, no eran foráneos, ni europeos ni colonos: eran (así se veían a sí mismos, y así los veían los demás) simplemente judíos que formaban parte de una sociedad autóctona de mayoría musulmana.[39]
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted8 days ago
    Las grandes perturbaciones externas suelen tener potentes efectos en las sociedades, especialmente en su autopercepción. A comienzos del siglo XX el Imperio otomano se fue haciendo cada vez más frágil, con importantes pérdidas territoriales en los Balcanes, Libia y otras regiones. La guerra de Libia en 1911-1912 marcó el inicio de una larga serie de desgarradoras guerras y convulsiones que se prolongarían durante casi una década; le siguieron las guerras de los Balcanes de 1912-1913, y luego la extraordinaria conmoción de la Primera Guerra Mundial, que finalmente llevaría a la desaparición del imperio. Los cuatro años que duró este último conflicto trajeron consigo graves situaciones de escasez, miseria, hambruna, enfermedades, el requisamiento de animales de tiro y el reclutamiento forzoso de la mayoría de los hombres en edad de trabajar, que fueron enviados al frente. Se calcula que entre 1915 y 1918 la Gran Siria, que incluía Palestina y las actuales Jordania, Siria y el Líbano, sufrió medio millón de bajas solo a causa de la hambruna (que se vio exacerbada por una plaga de langostas).[43]
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted8 days ago
    La trascendente declaración realizada en nombre del gabinete británico hace poco más de un siglo (concretamente el 2 de noviembre de 1917) por el entonces ministro de Exteriores Arthur James Balfour —que pasaría a conocerse como Declaración Balfour— constaba de una sola frase:
    El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará todo lo posible para facilitar el logro de este objetivo, bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina o los derechos y el estatus político de los que disfrutan los judíos en cualquier otro país.
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted8 days ago
    Si antes de la Primera Guerra Mundial muchos palestinos con visión de futuro ya habían empezado a percibir el movimiento sionista como una amenaza, la Declaración Balfour vino a añadir un nuevo y temible elemento de inquietud. En el melifluo y engañoso lenguaje de la diplomacia, la ambigua frase en la que la declaración aprobaba «el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío» implicaba en la práctica que Gran Bretaña respaldaba el objetivo de Theodor Herzl de dotar a los judíos de su propio Estado, su propia soberanía y el control de la inmigración en toda Palestina.
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted8 days ago
    Antes de obtener el respaldo británico, el movimiento sionista había sido un proyecto colonizador en busca del mecenazgo de una gran potencia. Tras fracasar en su intento de encontrar un patrocinador en el Imperio otomano, la Alemania guillermina y otros países, el sucesor de Theodor Herzl, Jaim Weizmann, y sus colegas finalmente lograron su propósito al recurrir durante la guerra al gabinete británico liderado por David Lloyd George, obteniendo así el apoyo de la que era la mayor potencia del momento. Los palestinos se enfrentaban ahora a un adversario mucho más formidable del que habían tenido nunca: mientras las tropas británicas avanzaban hacia el norte y ocupaban su país, aquellas mismas tropas servían a un Gobierno que se había comprometido a implantar un «hogar nacional» en el que la inmigración ilimitada estaba destinada a engendrar una futura mayoría judía.
  • Camila Sanchezhas quoted16 days ago
    Sin embargo, en palabras de George Orwell, «tarde o temprano una falsa creencia choca contra la cruda realidad, generalmente en el campo de batalla»;
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted16 days ago
    Más revelador resulta el hecho de que la carta aborda una consideración que Yusuf Diya ni siquiera había planteado. «Usted ve otra dificultad, Excelencia, en la existencia de la población no judía en Palestina. Pero ¿a quién se le ocurriría echarlos?».[14] Con su tranquilizadora respuesta a la pregunta que Al-Khalidi no había formulado, Herzl alude indirectamente al deseo consignado en su diario de «animar» a la población pobre del país a cruzar «discretamente» sus fronteras.[15] Este escalofriante pasaje pone de manifiesto el hecho de que Herzl era consciente de la importancia de hacer «desaparecer» a la población autóctona de Palestina para que prosperara el sionismo. Además, la carta que contribuyó a redactar en 1901 para la Compañía de Tierras Judeo-Otomana incluye el mismo planteamiento de trasladar a la población de Palestina a «otras provincias y territorios del Imperio otomano».[16] Aunque en sus escritos Herzl recalcaba que su proyecto se basaba en «la mayor tolerancia», con plenos derechos para todos,[17] en realidad se refería a tolerar únicamente a aquellas minorías que pudieran quedar una vez que el resto hubiera sido trasladado a otra parte.
  • Victor Avilés Velazquezhas quoted16 days ago
    En cierta medida, en todas las administraciones estadounidenses desde Harry Truman ha habido personas involucradas en las políticas relativas a Palestina cuyas opiniones indican que creen que los palestinos, existan o no, son seres inferiores a los israelíes.
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